Los interiores también presentaban gran deterioro como apreciaremos en las siguientes imágenes.
Su dueña no quería una restauración de la pieza, pero si una conservación, así es que nos pusimos manos a la obra limpiando primero la suciedad, retirando óxido de las piezas metálicas, limpiando la madera, aplacando levantamientos del metal, barnizando, etc.
El papel interior no lo retiramos, lo asentamos y sobre él colocamos un nuevo papel, puesto que el baúl iba a ser usado.
Conservamos también las etiquetas de los distintos desplazamientos que había tenido el baúl, como testigos presenciales de su larga vida.
Este fue el resultado, ya solo queda restaurar las piezas de soporte del mismo.
Este trabajo ha sido realizado por Lucía y Ana.
Más información.
Fantástica idea lo de la conservación del baúl, piezas como esta nunca deben perder su esencia.
ResponderEliminarUn saludo a las restauradoras/conservadoras.
Muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn saludo también para ti.