En anteriores entradas vimos como se restauraba esta caja de peines,
cuya tapa estaba adornada con papel. Este estaba muy deteriorado,
presentaba lagunas en algunas zonas, levantamientos y desgaste en otras,
así como también abundante suciedad y ausencia de acabados.
Pues bien, encolamos los levantamientos con cola especial de papel, hicimos los injertos de papel sobre las lagunas, rebajamos sobrantes y ahora llega el turno de hacer las reintegraciones cromáticas.
Estas se van haciendo poco a poco por capas, en algunos casos usando acuarelas, en otros lápices de color y en alguna ocasión incluso lápices acuarelables.
En breve subiré más imágenes del proceso, así como también os daré el enlace para que podais ver las imagenes iniciales de la pieza.
La dificultad más importante con la que nos encontramos al hacer este tipo de injertos es encontrar un papel que se adapte al papel original de la caja tanto en textura, grosor y también en tonalidad.
Pues bien, encolamos los levantamientos con cola especial de papel, hicimos los injertos de papel sobre las lagunas, rebajamos sobrantes y ahora llega el turno de hacer las reintegraciones cromáticas.
Estas se van haciendo poco a poco por capas, en algunos casos usando acuarelas, en otros lápices de color y en alguna ocasión incluso lápices acuarelables.
En breve subiré más imágenes del proceso, así como también os daré el enlace para que podais ver las imagenes iniciales de la pieza.
La dificultad más importante con la que nos encontramos al hacer este tipo de injertos es encontrar un papel que se adapte al papel original de la caja tanto en textura, grosor y también en tonalidad.
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