Este cabecero cuando entró al taller presentaba las siguientes patologías:
Suciedad magra y grasa, ataque de xilófagos, faltantes en marquetería, golpes, arañazos, faltante en el nácar, levantamientos de chapa, grietas y craqueladuras, gomalaca oxidada, etc.
Tras realizar un análisis de daños y de realizar una propuesta de intervención, comenzamos el proceso de restauración.
En primer lugar retiramos los acabados oxidados de gomalaca, entonces apreciamos realmente el estado del faltante de nácar en el rosetón.
Desinsectamos por inyección e impregnación y mantenemos el tiempo necesario en una cámara cerrada fabricada por nosotros.
Tras este proceso, tapamos orificios de xilófagos, asentamos chapas, masillamos grietas y craqueladuras, levantamos golpes y restituimos los faltantes de marquetería
Después restituimos el faltante de nácar, para ello hicimos varias pruebas, con el fin de comprobar cuál era la solución más efectiva.
Al final nos decantamos por utilizar pinturas al agua nacaradas, con
ellas sacamos el tono deseado y comenzamos a reintegrar. Lo hicimos poco
a poco, aplicando el producto por capas, con el pincel poco cargado
cada vez y dejando secar entre capas.
Por último lo protegimos con gomalaca descerada, el resultado fue fantástico.
Por último lo protegimos con gomalaca descerada, el resultado fue fantástico.
Por último aplicamos acabado de goalaca con muñequilla. Aqui está el resultado final.
En los enlaces encontrareis más información sobre la restauración de esta pieza, realizada por Ana.
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